En última instancia, sólo el cuerpo puede ser agredido. No cabe duda de que un cuerpo puede agredir a otro, y puede incluso destruirlo. Sin embargo, si la destrucción en sí es imposible, cualquier cosa que pueda ser destruida no es real. Su destrucción, por lo tanto, no justifica tu ira. En la medida en que creas que la justifica, estarás aceptando premisas falsas y enseñándoselas a otros. El mensaje de la crucifixión fue precisamente enseñar que no es necesario percibir ninguna forma de ataque en la persecución, pues no puedes ser perseguido.
UCDM, Texto, Capítulo 6, I/4
Mis hermanos se quedaron dormidos durante la supuesta "agonía del huerto", pero yo no pude haberme indignado con ellos porque sabía que no podía ser abandonado.
UCDM, Texto, Capítulo 6, I/7
Elegí, por tu bien por el mío, demostrar que el ataque más atroz, a juicio del ego, es irrelevante. Tal como el mundo juzga estas cosas, más no como Dios sabe que son, fui traicionado, abandonado, golpeado, atormentado y, finalmente, asesinado. Está claro que ello se debió únicamente a las proyecciones de otros sobre mí, ya que yo no le había hecho daño a nadie y había curado a muchos.
UCDM, Texto, Capítulo 6, I/9
El mensaje de la crucifixión es inequívoco:
Enseña solamente amor, pues eso es lo que eres.
UCDM, Texto, Capítulo 6, I/13
Javi
¡Menuda columpiada te has pegado!
¡Gracias por compartir Realidad!