Esta mañana me levanté, después de una noche intensa en emociones, dándome cuenta por fín,
que todavía andaba sumergida en las profundidades de la irrealidad más devastadora.
Mis profundos sueños la noche pasada, me revelaron una oscura caja de pandora, plena de insondables criaturas que reflejaban el más temible enemigo que es la creencia en la separación, discurrían horribles formas hacia la superficie.
La luz de Dios está dispuesta para mí y para tí compañero de viaje.
En la certeza que mi alma profundamente ansía, de que este cuerpo-mente sea la Verdad, porque solo ésta prevalece cuando estás dispuesto a rendirte y abrazarla.
Visto y traspasado el velo sutíl de lo que no soy, poniendo fe y voluntad en ello, insuflo el corazón
de vida, porque ciertamente la hay, vida plena, agua cristalina en emociones, mente calmada e
íntegra. Alegría de sentirte junto a mí en el propósito indisoluble, irrevocable, es el reconocimiento de quienes somos.
El maestro me dice que cultive la humildad observando y sintiendome en las cualidades de una violeta; y bien he reconocido que la mente inferior relega el amor al olvido. Estando AHORA alerta, bendigo absolutamente todo lo que se me ofrece para ser perdonado.
Gracias, gracias hermano por mostrarme más alla de la forma, que no se ve con los ojos del cuerpo, si no con la llana sencillez de la Verdad.
Os amo, Teresa
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