Una de los primeros consejos que aprendí , cuando empecé a jugar al ajedrez, es que la táctica debe estar al servicio de la estrategia.
Podré ser un jugador fuerte en problemas concretos sobre el tablero, pero ante un jugador más avezado, que tenga en cuenta factores más posicionales, sostenido por principios más abarcadores, más consistentes y profundos...seguramente, ante eso... todo mi ímpetu atacante se quedaría en nada.
Los jugadores, digamos, estratégicos, se plantean constantemente la pregunta "¿para que?"; Intentan dotar a sus movimientos, de un alcance mucho más profundo... ¿Apoya mi jugada un propósito general más armónico, más consecuente con un plan mayor?
Este tipo de jugadores, simplifica, así, el número de opciones a la hora de hacer una jugada concreta, ya que siguen un propósito definido y lo llevan hasta el final, si pueden...
Pongamos un ejemplo práctico. Digamos un tipo que ha decidido seguir una senda espiritual. Que ha decidido descubrir la verdad profunda de todo, la verdad última, llámese Dios o Fuente Divina o Universo o cualquier otro nombre...
La primera pregunta que surgiría sería: ¿ Que cámino voy a tomar en mi ascensión?
Se da cuenta que tiene multitud de oponentes, listos y dispuestos a jugar esta partida espiritual ante él. Si pudiera jugar con cada uno de ellos, la partida resultante tendría matices particulares. Unas, tenderían a posiciones de juego de maniobras...otros a posiciones dinámicas donde el tiempo cobra una especial relevancia...
De entre los muchos jugadores que ve... hay uno que le llama especialmente la atención...no parece como los otros...facciones tensas, miradas perdidas, escrutadoras...este otro tipo parece diferente...se le ve relajado, se le ve tranquilo, emana de él un cálido ambiente...mmm... pacífico...está leyendo un libro...un gran libro azul...
En su portada dice..." Un Curso de Milagros"...
Continuará...
Estoy entusiasmado por saber cómo acabó la Historia.
¡No te hagas mucho de rogar!
¡Gracias!
Y...ante tantos oponentes listos...utiliza sólo un arma:la certeza absoluta de que sólo es un juego,y así disfrutando de él en "EL",desarma a sus contrincantes;lentamente,sonriendo,mientras relée una frase del Gran Libro Azul:"Si me defiendo,he sido atacado"...Y entonces...