Abrazado con mi pareja un domingo por la mañana, lavarle los pies a otra persona, escuchar el canto de los pájaros del parque, una oración de gratitud, caminar descalzo por la playa, respirar, conversar con los árboles, contemplar un cielo estrellado, poner rumbo a ninguna parte, sonreir porque sí...todos apreciamos esos momentos de intimidad, de no timidez, donde no me guardo nada, donde descanso en un sentimiento de amor, de gratitud, de plenitud...
¿Porqué no soy capaz de vivir así cada instante, en cada experiencia?
La respuesta está en mi mente. De algún modo controlo y decido cómo, cuándo y dónde permito abrirme a una experiencia de intimidad.
Lo cierto es que he interpuesto multitud de mecanismos de control a mi experiencia para hacer de ella un evento aislado, manipulado, fragmentado, minimizado, adulterado, rígido y objetivo. He procesado a Dios en la factoría de mi mente, le he sometido a condiciones que reduzcan a la mínima expresión todo el ofrecimiento de Luz y Amor, que potencialmente, y a la espera de que me abra a ello, se me está dando.
El témino "momento de intimidad" tan popular en las relaciones especiales, se ve como una tregua, un pacto de no agresión en un contexto más amplio de conflicto, resentimiento y miedo. Es la pequeña dosis que tomo para poder vivir en la locura de un modo aceptable.
¿Es ésto vida?
Un maestro del Curso decía que no es que se me quiera privar de mis momentos de intimidad, de comunión con Dios, no se me quiere privar de mis amaneceres y puestas de sol...es que hay mucho más, mucho, mucho más, pero si sigo aferrado con uñas y dientes a esos breves atisbos de belleza, estoy estableciendo también condiciones de muerte. Frustración cuando no experimento esto, y frustración por miedo a dejar de experimentarlo. Y es que la idea de la muerte usa muchas máscaras...
¡Necesito renunciar a mis momentos de intimidad en el tiempo!
No es agradable
No es fácil
...pero si estoy escribiendo esto, en algún punto de mi mente, he apostado por un nuevo propósito a mi existencia. Un propósito con verdadero significado. Me he decidido por extender los horizontes de mi conciencia. Mi función como Maestro de Dios, como obrador de Milagros, es alimentar esta nueva conciencia donde no hay nada imposible. Donde sé que intimidad está más próximo a autenticidad o a honestidad en el compromiso individual de mi mente.
Me digo que toda experiencia es una llamada a ser integrada en mí,
me digo que toda experiencia es íntima si me abro a ella totalmente,
me digo que toda experiencia guarda una perla , que mire bien, porque la necesito.
La gran noticia es que el Universo apoya mi resolución, que todo el Universo testifica el logro de esta empresa, que no hay nada más que hacer. Y que solo hay un modo de hacer de la eternidad el único momento de intimidad que existe.
Se me ha dado un medio, lo suficientemente aceptable para mí, para romper los viejos moldes mentales que me definían como individuo separado. El entrenemiento mental de Un Curso de Milagros.
Ahora mi decisión es encarnar este propósito
Ahora nada me impide ser lo que Soy
Está desdejando...siempre es así...las tormentas en el mar, no duran más de tres días...
|
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gracias, te amo con todo mi corazón. Besos Ajo
Gracias... Ahora me digo que estoy decidido a encarnar que yo Soy tal como Dios me creó... Siempre ha estado despejado. Me empeciné en soñar tormentas, pero eso no tiene nigún significado; Pues el Hijo de Dios no puede sufrir.
Un Abrazo Inmenso.
Impresionante onda expresiva-expansiva de intimidad, nunca lo oí tan claro ni tan intimo, soy testigo de que está afectando a todo el Universo, Gracias!!
Gracias.
Después de una tormenta,siempre llega la calma.
El aire se vuelve puro,y el cielo abre SUS puertas.
Ya nada puede impedirme SER lo que SOY.
Claridad en mi mente.... guauuuuuuuuuuuuuu!!! Gracias!!! Ani